Tomarse fotos a uno mismo suele ser una tarea ingrata (especialmente en ausencia de trípode).
La mejor manera de hacerlo es tomarlo como un juego, especialmente si se esta en medio de una maravilla de la creación (divina y humana).
En este caso, el juego dió como resultado estas fotos que me encantan y quiero compartirlas con ustedes.
Si alguien me asegura que el cielo será tan bello como este que he pisado, entonces me portaré bien...
21 de Marzo de 2009.